Actividad
para 1° de Secundaria
Investiga y conoce en qué consiste un Cuento, contestando las
siguientes preguntas y actividades:
1. ¿Qué es un Cuento?
2. ¿Qué diferencia existe
entre un Cuento y una leyenda?
3. Lee el siguiente cuento
y contesta las preguntas que se numeran al final:
El niño
que insultaba demasiado
Cuento
Cuentos con valores similares
- ¡Oh, Gran Mago! ¡Ha ocurrido una
tragedia! El pequeño Manu ha robado el elixir con el hechizo Lanzapalabras.
- ¿Manu? ¡Pero si ese niño es un
maleducado que insulta a todo el mundo! Esto es terrible. ¡Hay que detenerlo
antes de que lo beba!
Pero ya era demasiado tarde. Manu
recorría la ciudad insultando a todos solo para ver cómo sus palabras tomaban
forma y sus letras se lanzaban contra quien fuera como fantasmas que,
al tocarlos, los atravesaban y los transformaban en aquello que hubiera dicho
Manu. Así, siguiendo el rastro de tontos, feos, idiotas, gordos y viejos, el
mago y sus ayudantes no tardaron en dar con él.
- ¡Deja de hacer eso, Manu! Estás
fastidiando a todo el mundo. Por favor, bebe este otro elixir para deshacer el
hechizo antes de que sea demasiado tarde.
- ¡No quiero! ¡Esto es muy divertido! Y soy
el único que puede hacerlo ¡ja, ja, ja, ja! ¡Tontos! ¡Lelos! ¡Calvos! ¡Viejos!
- gritó haciendo una metralleta de insultos.
- Tengo una idea, maestro - digo uno de
los ayudantes mientras escapaban de las palabras de Manu- podríamos dar el
elixir a todo el mundo.
- ¿Estás loco? Eso sería terrible. Si
estamos así y solo hay un niño insultando, ¡imagínate cómo
sería si lo hiciera todo el mundo! Tengo que pensar algo.
En los siete días que el mago tardó en
inventar algo, Manu llegó a convertirse en el dueño
de la ciudad, donde todos le servían y obedecían por miedo. Por suerte, el mago
pudo usar su magia para llegar hasta Manu durante la noche y darle unas gotas
de la nueva poción mientras dormía.
Manu se despertó dispuesto a divertirse
a costa de los demás. Pero en cuanto entró el mayordomo
llevando el desayuno, cientos de letras volaron hacia Manu, formando una ráfaga
de palabras de las que solo distinguió “caprichoso”, “abusón”
y “maleducado”. Al contacto con su piel, las letras se
disolvieron, provocándole un escozor terrible.
El niño gritó, amenazó
y usó terribles palabras, pero pronto comprendió que el
mayordomo no había visto nada. Ni ninguno de los que surgieron nuevas ráfagas
de letras ácidas dirigidas hacia él. En un solo día aquello de los hechizos de
palabras pasó de ser lo más divertido a ser lo peor del mundo.
- Será culpa del mago. Mañana
iré a verle para que me quite el hechizo.
Pero por más que lloró y pidió perdón,
era demasiado tarde para el antídoto.
- Tendrás que aprender a vivir con tus
dos hechizos: lanzapalabras y recibepensamientos. Bien
usados podrían ser útiles…
Manu casi no podía salir a la calle.
Se había portado tan mal con todos que, aunque no se lo dijeran por miedo, en
el fondo pensaban cosas horribles de él y cuando esos pensamientos le tocaban
eran como el fuego. Por eso empezó a estar siempre solo.
Un día, una niña pequeña vio su
aspecto triste y sintió lástima. La pequeña pensó que le
gustaría ser amiga de aquel niño y, cuando aquel pensamiento tocó la piel de
Manu, en lugar de dolor le provocó una sensación muy agradable. Manu tuvo una
idea.
- ¿Y si utilizara mi lanzapalabras con
buenas palabras? ¿Funcionará al revés?
Y probó a decirle a la niña lo guapa y
lo lista que era. Efectivamente, sus palabras volaron hacia la niña para
mejorar su aspecto de forma increíble. La niña no dijo nada,
pero sus agradecidos pensamientos provocaron en Manu la mejor de las
sensaciones.
Emocionado, Manu recorrió las calles
usando su don para ayudar y mejorar a las personas que encontraba. Así
consiguió ir cambiando lo que pensaban de él, y pronto se dio cuenta
de que desde el principio podría haberlo hecho así y que, si
hubiera sido amable y respetuoso, todos habrían salido ganando.
Tiempo después, las pociones perdieron
su efecto, pero Manu ya no cambió su forma de ser, pues era
mucho mejor sentir el cariño y la amistad de todos que intentar sentirse mejor
que los demás a través de insultos y desprecios.
¡Vamos a
trabajar el cuento, ahora que aún está fresco!
A Manu le parece divertido reírse insultando a los
demás
A.
¿Crees que a los demás les gustará que se rían de
ellos?
B.
¿Crees que para reírse un rato vale cualquier tipo de
gracia?
C.
¿Qué podrías hacer antes de hablar para que tus chistes
y gracias no resulten ofensivas para otros?
¿Si pasamos a la acción?
Hoy crearemos
un hechizo lanza palabras. Crearemos palabras magnéticas (unas 3 de cada
letra), o las fabricamos, o incluso puede valer una pequeña pizarra. Así, cada
mañana, por turno, lanzaréis un mini mensaje positivo (tres o cuatro palabras)
a alguien de la familia, escribiéndolo sobre la mesa de la casa.
Veréis qué ilusión hace descubrir el mensaje del día, y qué buen ambiente creara en tu familia.
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